Llevo un tiempo, sin saber quien soy, y que hago aquí. No se si es por que he dado cosas raras en clase de religión y mi cabeza se a vuelto loca, o por que es verdad que no pinto nada aquí, no me siento bien aquí, y las ganas de mandarlo todo a la mierda pueden conmigo, querer sonreír cada mañana, y no poder hacerlo por que no tengo motivos para hacerlo, estar en clase, y tener unas ganas de comenzar a llorar, y no saber por que. Estar agobiado por que tengo que estudiar y no me centro, tener ganas de chillar: ¡ Basta ya! y irme corriendo, sabéis una de mis mejores amigas esta igual que yo. Ahora mismo sin ella, no se donde estaría yo, y lo sabe, pero, con ella, me apetece sonreír, cosa que nadie consigue. Pues con ella sonrío, y mira que me cuesta, cada mañana desde las 8 y 20, me hace sonreír, aún así este mundo es un puto asco.
Punto, coma, y punto y aparte. De verdad merece la pena vivir? Demuéstrame por qué y cuando lo descubras, ve todo recto y gira a la derecha, allí estaré, esperando cada minuto de mi vida, para que me digas como no has conseguido, pues ya sabes, todo recto a la derecha.
Así soy yo.
Me llamo Carmen Rechi, sí, lo sé, un nombre un poco común para tus oídos. Pero no te preocupes, no soy muy diferente de ti, quizás solo un poco. No pienso, actúo. Claro que eso algunas veces me da muchos problemas. Me gusta soñar, cerrar los ojos y dejar volar mi imaginación, me gusta poder ponerme los cascos de mi mp4 y entrar en mi otro mundo, aquel mundo que no tiene nada que ver con este. Allí donde no soy la pringada de turno, ni la niña rara, soy alguien importante, realmente importante. Soy la dueña de mis pensamientos, de mis decisiones, hasta puedo decir que podría tener dominio sobre mis sentimientos.
No es que sea distinta, simplemente tengo otra forma de pensar. Durante años he intentado encajar, he querido ser igual que todas ellas.
Vestir a la última moda, salir con el chico más guapo del instituto, tener el último modelo de teléfono móvil y tener eso a lo que ellas llamaban “clase”. No es que se me diera mal, si no que tardé mucho en darme cuenta de que yo no era ese tipo de persona. Ahora estás terminando de leer el principio de un gran mundo.
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